Capítulos anteriores

86

Miro por la ventana, pero en realidad no lo hago. Me muestro distraída pero no lo estoy. Me veo tranquila pero pienso en Carlos y en mis nuevas hermanas y todo lo que llega sin pedirlo. Parece una ficción, una película, un invento. Algo que no pertenece al mundo cotidiano y su regularidad. Tomar un avión, viajar al otro lado del Atlántico y conocer a estas mujeres que me hablan de mi madre. Me pregunto cómo fue mi madre con ellas. Si les habrá entregado amor. Si era cariñosa como no lo era conmigo. Cuando nos abandonó, de un día para otro, quise pensar que no tenía corazón, que lo hizo porque no existía en ella la capacidad de sentir emociones por alguien que no fuese ella misma. Camila me cuenta lo que su madre les dijo en una cinta. Me habla de su padre, que está vivo, que mi mamá nos dejó para volver con él, para venirse a Alemania. Y no puedo evitar pensar que ahora las tres tenemos familias a medio armar, mezcladas a pesar de nosotras. Me imagino a mi madre armando su maleta, dejándonos a mí y a mi papá tirados como un mal recuerdo, un error disfrazado de familia. ¿A quién le importan esas dos víctimas, después de todo? Ella dejó a sus espaldas una niña que lloraba por las noches y un adulto destrozado. Pero en la gran escala, comparado con todas las víctimas del mundo, ¿qué importan dos personas más o menos? Somos ínfimos. Y ahora, nosotras, tres pedacitos de una historia sin amor, vamos a buscar las sobras, los restos de la piel mudada. Animales de carroña del afecto. Comemos los restos y herimos al resto, porque las sobras se defienden con la vida. Son todo cuanto nos queda. Miro por la ventana y pienso en Carlos y en cómo es lo único que no me ha hecho daño. Me muestro distraída pero no lo estoy. Miro la ciudad baja. Los edificios pequeños. Los grandes espacios abiertos. Berlín me saluda desde el paisaje que se mueve del otro lado de la ventana del bus y yo lo saludo de vuelta, con cierto miedo, porque no estoy acostumbrada a los afectos, y porque todos saben que una ciudad bombardeada tiene el corazón hecho pedazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario