Capítulos anteriores

24

Adelante. ¿Un café? No tomo café pero siempre que voy a una casa me ofrecen, así que decidí tener, para cuando viniera alguien a la mía. Toma asiento, por favor. Te llamé porque necesito que aclaremos un par de cosas. La primera es pedirte perdón. Desaparecí de un día para otro y eso no se hace. Por respeto a tu persona, al trato que teníamos, a nuestra amistad de años y a lo que se supone estábamos armando juntos. Perdóname. Disculpa, pero tuve que dejarlo. De un día para otro. Justo al darme cuenta que estaba chocando contra los bordes de mi propia vida. Tuve una experiencia reveladora esa noche. Al final de noche. Vi ahí, en medio del cuadrilátero, sangrando, mientras los números que avanzaban, un cuerpo tirado, desconectado de su cerebro; una máquina de la cual abusaron tanto que decidió apagarse antes de partirse en dos. Lo vi y me dije, ¿quién es ese viejo? ¿Quién es ese hombre que debería estar en su casa, cuidando niños? ¿Qué hace ahí, tirado, ese sujeto que debería usar sus manos para acariciar criaturas delicadas en vez de golpear hombres por dinero? Sus rasgos, sus arrugas, su nariz quebrada tantas veces. Se me hacía tan familiar. Era yo mismo. Volví a mi cuerpo cuando llegó la cuenta a diez y mi alma sufrió una sacudida: había perdido, estaba sangrando, estaba viejo y ya no quería seguir mintiéndome. Los bordes de mi propia vida me dijeron que ya no era joven, que no podía soportar lo mismo de antes, que tarde o temprano todas las peleas terminarían conmigo sintiendo el olor de un suelo lleno de transpiración y que más valía retirarme antes que ocurriera todo eso que ya era inevitable. Al final del camino, en esto, sólo quedan perdedores. Es la consecuencia de avanzar en el tiempo. El contrato que firmamos al convertirnos en seres vivos. La biología del trabajo. Entonces, eso es lo primero que necesitaba dejar en claro. Explicar el por qué de todo lo que hice. Quizás debí decirlo antes, pero es difícil de entender y yo aún no comprendo del todo qué es lo que me ocurrió. Lo segundo es mirar con detenimiento hacia adelante, porque ya estoy cansado de vivir en un presente que parece detenido. Necesito volver. No quiero seguir observando mi vida desde lejos, convirtiéndome en algo que no soy. Despertando tarde, soñando con que me ahogo, que mis pulmones se llenan de agua y no puedo ni siquiera gritar. Quiero volver. Volver en serio. Quiero que me ayudes. Quiero volver y tener mi pelea de revancha y demostrarle a todo el mundo que sigo aquí, que no me retiré, y que tengo la fuerza suficiente para partir en dos la historia del mundo. ¿Estás conmigo? Necesito una respuesta honesta. ¿Estás conmigo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario